Una de las conclusiones a las que se llegó, es que en la región latinoamericana sigue siendo más común el comprar libros en las librerías que hacerlo vía Internet o por otros medios. Esto se debe que, a diferencia de los países primermundistas, las condiciones tecnológicas así como las comunicaciones aún no son propicias para que la mayoría de la población que habita en América Latina tenga acceso a la red de redes.
Acceso a Internet:
Latinoamérica: 23%
España 62%
Estados Unidos: 73%
Estamos inmersos en una revolución tecnológica, si bien la Internet fue introducida hace más de una década, es hasta ahora que vemos las consecuencias en general. Tratando particularmente del sector editorial, la llegada de la red de redes ha propiciado grandes cambios dentro de éstas empresas.
La digitalización de los libros está creando controversias en torno a la cuestión del derecho de autor, como sabemos, por ley la empresa editorial debe pagarle al creador del manuscrito por distribuirlo; pero con la digitalización se pierde el control con una distribución masiva y poco ordenada.
Uno de los cambios primordiales que se encontró en la reunión debido a la digitalización de los libros, es que los procesos de producción se van a transformar pues ya no se necesitarán impresores, distribuidores y vendedores; y por otro lado, el costo final del libro se abaratará para el público lector.
Dentro de ésta pérdida en el proceso del libro, quienes consideran que se verán más afectados serán las librerías por lo que proponen tres soluciones para contrarrestar éstas pérdidas:
1. Entrenar al personal para que no solamente se dediquen a buscar libros dentro de los inmensos estantes y bodegas, sino que tengan conocimiento de los textos para que así puedan hacer también recomendaciones a los compradores.
2. Tener un acervo extenso.
3. Ampliar lo catálogos, tanto de libros como de servicios. No sólo vender libros sino también funcionar como un centro cultural.
El director del Book Industry Study Group de Nueva Cork, Michael Healy, al analizar la nueva era tecnológica, explica que existe en cuanto al uso de la Internet beneficia en ya que se crea una base de datos con los gustos y opiniones de los lectores y a partir de esto, las empresas editoriales podrán hacer una evaluación de los gustos del público.
Se revisaron los modelos estatales de Estados Unidos así como de países europeos ya que éstos modificaron en la sociedad el concepto del libro creando así un material híbrido: por una parte es un artículo de consumo y por otra es un objeto cultural.
Se planteó un posible escenario en el 2020 el cual supone que crecerá el número de lectores debido a la alfabetización de los pobladores. También se pensó en incentivar a partir del Estado para que la brecha digital decrezca. La industria editorial será reconocida como una estrategia para el desarrollo económico y social de los países.
Y para nuestra tranquilidad, establecieron que la labor del editor no se verá modificada, seguirán siendo la autoridad en cuanto a los manuscritos publicables.