Por fin, después de tanto trabajo, aparece nuestro bellísimo libro, una cosa esplendorosa la cual lo hemos visto nacer; pero, ¿y ahora? Tenemos decenas de ellos igualitos en cajas esperando ser puestos en un lindo estante de alguna casa pero, para eso necesitamos el último paso en el proceso: venderlos.

Es en este momento donde nuestro editor estrella está más preocupado, ya que todos esos cálculo que hizo con anterioridad ahora es cuando deben de quedar bien los números para que obtengan ganancias.

A partir de los clientes, se hace una división de cuatro campos en cuanto a la comercialización de los libros:
Clientes individuales: La editorial le vende al lector directamente. Esto puede ser mediante el correo, en la librería de la misma editorial, suscripciones, entre otros.


Instituciones: libros que se venden al mayoreo a los órganos estatales de educación para que estos lo distribuyan en escuelas, bibliotecas y campañas alfabetizadotas.


Vendedores al menudeo: de ésta manera, los libros se venden de uno en uno, en librerías, casas y clubes de libros, vendedores ambulantes, entre otros.

Mayoreo: son los intermediarios entre la editorial y los vendedores al menudeo.

Como los libros son una “joyita” que los autores pretenden ser leídos no sólo a nivel nacional, también las editoriales lo exportan ya sea a países con el mismo idioma o a aquellos que tienen uno diferente y aquí es cuando los bilingües traductores hacen su flameante aparición.

Pero no es tan fácil el proceso de exportación, ¡caray, si no son enchiladas!, se requieren intermediarios, procesos legales, censuras, permisos y el tema del costo que depende también en el tipo de cambio en la moneda nacional.

Para que una editorial pueda vender un libro necesita pasar por tres procesos fundamentales:
Promoción: se necesita que el posible lector esté enterado del nuevo flameante libro.
Conseguir pedidos: ya cuando se consigue que se esté enterado de la aparición del nuevo libro, es necesario que la editorial consiga pedidos para que así, puedan ser enviados a los que esperan con ansias nuestra nueva “joyita”.
Preparación y entrega de pedidos: simplemente se empaquetan y se envían.


El ISBN (international standar book number) es el ADN de nuestra “joyita”, aquí se imprime el país en donde se edita, la casa editorial y el título.


Aunque parezca tedioso y con poca importancia, la venta de los libros constituye un eslabón del cual depende todos los trabajos efectuados con anterioridad, porque de nada sirven miles de ejemplares almacenados en una bodega si el objetivo principal es que se encuentren en casas y bibliotecas para que el texto pueda ser leído. Además de ser un logro para el autor, lo es también para el editor pues así se comprueba que la casa editorial no perderá dinero.

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