Con la finalidad de establecer soluciones para la situación actual de las empresas editoriales en América Latina, se establecieron tres reuniones para revisar los casos específicos de sietes países, entre ellos México.

Una de las conclusiones a las que se llegó, es que en la región latinoamericana sigue siendo más común el comprar libros en las librerías que hacerlo vía Internet o por otros medios. Esto se debe que, a diferencia de los países primermundistas, las condiciones tecnológicas así como las comunicaciones aún no son propicias para que la mayoría de la población que habita en América Latina tenga acceso a la red de redes.

Acceso a Internet:
Latinoamérica: 23%
España 62%
Estados Unidos: 73%



Estamos inmersos en una revolución tecnológica, si bien la Internet fue introducida hace más de una década, es hasta ahora que vemos las consecuencias en general. Tratando particularmente del sector editorial, la llegada de la red de redes ha propiciado grandes cambios dentro de éstas empresas.

La digitalización de los libros está creando controversias en torno a la cuestión del derecho de autor, como sabemos, por ley la empresa editorial debe pagarle al creador del manuscrito por distribuirlo; pero con la digitalización se pierde el control con una distribución masiva y poco ordenada.

Uno de los cambios primordiales que se encontró en la reunión debido a la digitalización de los libros, es que los procesos de producción se van a transformar pues ya no se necesitarán impresores, distribuidores y vendedores; y por otro lado, el costo final del libro se abaratará para el público lector.

Dentro de ésta pérdida en el proceso del libro, quienes consideran que se verán más afectados serán las librerías por lo que proponen tres soluciones para contrarrestar éstas pérdidas:
1. Entrenar al personal para que no solamente se dediquen a buscar libros dentro de los inmensos estantes y bodegas, sino que tengan conocimiento de los textos para que así puedan hacer también recomendaciones a los compradores.
2. Tener un acervo extenso.
3. Ampliar lo catálogos, tanto de libros como de servicios. No sólo vender libros sino también funcionar como un centro cultural.

El director del Book Industry Study Group de Nueva Cork, Michael Healy, al analizar la nueva era tecnológica, explica que existe en cuanto al uso de la Internet beneficia en ya que se crea una base de datos con los gustos y opiniones de los lectores y a partir de esto, las empresas editoriales podrán hacer una evaluación de los gustos del público.

Se revisaron los modelos estatales de Estados Unidos así como de países europeos ya que éstos modificaron en la sociedad el concepto del libro creando así un material híbrido: por una parte es un artículo de consumo y por otra es un objeto cultural.

Se planteó un posible escenario en el 2020 el cual supone que crecerá el número de lectores debido a la alfabetización de los pobladores. También se pensó en incentivar a partir del Estado para que la brecha digital decrezca. La industria editorial será reconocida como una estrategia para el desarrollo económico y social de los países.

Y para nuestra tranquilidad, establecieron que la labor del editor no se verá modificada, seguirán siendo la autoridad en cuanto a los manuscritos publicables.
El testimonio de Umberto Eco muestra el cambio que se ha llevado a cabo hace poco más de una década: la llegada de la Internet como un medio más de comunicación porque aunque los fatalistas teóricos insistan en que ésta nueva revolución desplazará a las tecnologías “viejas”, la Historia nos muestra lo contrario cuando la radio y la televisión hicieron su entrada triunfal en el siglo pasado.

Eco afirma que la computadora regresa a las raíces alfabetas, que si bien se apoya en la imagen, lo visual que nos brindó la televisión se ha reformado volviendo a los fundamentos que fueron la base para Gutenberg.


Los adelantos tecnológicos han permitido una nueva captación del conocimiento, en el texto escrito por Eco, El futuro del libro, se cuenta que antes se conocían países e idiomas extranjeros por medio de los libros, ahora, gracias a las nuevas tecnologías, se puede conocerlos mediante la televisión, la radio y ahora la Internet.

Se sabe que antes del invento de Gutemberg, incluso las civilizaciones letradas, basaban su conocimiento en la imagen. Edificios, paisajes, forma de vivir, entre otros, eran los medios por los cuales la gente se informaba y conocía. Así que satanizando a las nuevas tecnologías no trae nada bueno, es mejor entender que son más útiles para ciertas cuestiones de la vida diaria.

Se ha discutido acerca de la extinción de los libros por las nuevas tecnologías a lo que Eco comenta que no va a ser posible, si bien ayudará a la conservación de los bosques, los libros seguirán existiendo por la simple razón que la mayoría de la población letrada aún no cuenta con el acceso a la red de redes.

Los libros muestran otras ventajas comparados con las nuevas tecnologías cibernautas. Los textos escritos duran más que el soporte magnético, así como es más fácil trasladarse con un libro que llevar una computadora. Además que la generación que no nació dentro de la revolución de la Internet está totalmente desvinculada por el específico manejo de la red, o como dice mi abuela: "las nuevas generaciones ya traen el chip integrado"...

1. Define lo más ampliamente posible el concepto de Empresa Editorial.

Es la encargada de la logística cuando se trata de la publicación de un manuscrito. A partir de que recibe un texto, existe todo un proceso que el editor debe seguir para que tengamos un libro en nuestros estantes; se necesitan varias personas para lograrlo pero siempre coordinados por el editor.

Es una empresa con fines de lucro que está sujeta a las leyes nacionales y las que rigen el mercado mundial.





2. ¿Cuál es el papel del editor en la sociedad?

Es difusor cultural en materia de libros. Es el encargado de establecer los textos que saldrán al mercado y que posteriormente los lectores adquieran.

Pero el hecho de que el editor sea el que designa lo que se leerá no es “de a gratis”, necesita ser una persona preparada culturalmente para así poder discriminar los manuscritos. Lo anterior es mera teoría pues como sabemos, “con dinero baila el perro” y puede editar alguna porquería pero que venderá muchos ejemplares, como son el caso de todos esos libros de superación personal, por mencionar algunos.



3. De acuerdo con las lecturas y las discusiones en clase, ¿qué acciones propondrías para incrementar el número de lectores en México?


Si se quiere una sociedad lectora, empezaría por incentivar la lectura en los que se están formando, en los niños para que así, el leer un libro no signifique algo aburrido, obligatorio ni tedioso.

Si bien es muy utópico el párrafo anterior, ya que por lo menos en las sociedades tercermundistas como México donde más del 60% de su polación vive en la pobreza, no puedo fantasear con que los niños quieran leer si éstos ni siquiera saben leer.

Así que iniciaría una ardua campaña de alfabetización, y ya cuando tuviera miles de posibles lectores, enviaría una iniciativa de ley para proteger a los libros, es decir, que el costo de la producción no sea tan elevado para que así pueda ser consumido por más personas.





4. En su libro Homo videns, Giovanni Sartori hace una severa crítica a la preeminencia de la televisión sobre medios impresos como los libros. ¿Cuál es tu postura frente a los argumentos de Sartori?

Me parece que la tesis de Sartori no ha tomado en cuenta una cuestión, si bien es cierto que la gente no lee y en ese tiempo mira televisión, se debe recordar que antes de la creación de “la caja chica”, la gente tampoco leía.

Con la llegada de cada invento tecnológico, vienen consigo miedos y rechazo. Me parece que si bien la televisión consume gran tiempo de la sociedad, esto no presentaría un problema si los contenidos fueran de calidad, así las personas estarían aprendiendo al mismo tiempo que se entretienen.

El problema no es el mensajero sino el mensaje, pero estamos tan acostumbrados a los temas que nos brinda la televisión actual, que un cambio en el programa resultaría contraproducente para las empresas pues la gente ya no la miraría, por eso, se debe educar desde chicos para que se acepte una educación también por parte de la televisión.



5. Menciona a los principales actores de la cadena del libro, comenzando por el autor y terminando en el lector.

Autor, editor, casa editorial, consultor, agente literario, traductor, corrector, dibujante, tipógrafo, diseñador, impresor, distribuidor, promotor, vendedor, lector.



6. Menciona los diferentes canales por los que llega un manuscrito a un editor

El editor puede salir a buscar manuscritos y no esperar a que le lleguen. De otra forma, se los entregará el autor o un intermediario que es el agente literario.



7. ¿Cuáles son las dos propuestas de cálculo editorial que propone Datus C. Smith? Descríbelas brevemente

La primera es llevar a cabo un registro de costos, es decir, el valor que cada participante de la cadena del libro pondrá a su trabajo y con base en eso, sacar el precio del libro.

La segunda es calcular los costos de impresión de tal manera que el precio de cada ejemplar será proporcional al número de ejemplares impresos.



8. De acuerdo con Smith, ¿cuáles son las posibles fuentes de financiamiento para un proyecto editorial?

Las ganancias que se generan a partir de las publicaciones, las ediciones posteriores, los derechos de autor y el financiamiento por parte de instituciones ya sean educativas, culturales, entre otras y los órganos estatales.



9. Según Roberto Zavala ¿cuáles son las partes de un libro?

Cubierta o primera de forros, segunda de forros, páginas falsas, falsa portada, contraportada, portada, página legal, dedicatoria o epígrafe, índice general, apéndices o anexos, material gráfico, notas, bibliografía, glosario, índices por temas, índices del material gráfico, colofón, tercera de forros, cuarta de forros.



10. ¿Cuál es el papel de la publicidad en las revistas?

De financiamiento




11. Escoge tu revista preferida y describe las partes que la componen.

Cuartoscuro. Es una revista bimestral impresa en tamaño carta con 8o páginas, el director es el fotógrafo Pedro Valtierra y la editora es Anasella Acosta.


En la primera de forros se encuentra el nombre de la revista, una fotografía que corresponde al reportaje o hecho noticioso principal de esa semana y el balazo de la misma. También, en la parte superior se encuentran algunos datos de la publicación como el año, el número, entre otras cosas.
La segunda de forros y las cinco páginas falsas son publicidades que suelen ser de órganos gubernamentales, estatales o de aspectos relacionados a la óptica.


El índice está compuesto por el directorio de la publicación y los temas que tratarán esa semana así como fotografías.


La página 8 corresponde a la hoja de contacto, una sección dedicada a la publicación de cartas de los lectores así como aclaraciones de la publicación.


Al tratarse de una publicación dedicada a la fotografía, los reportajes se sustentan en la imagen, así como cada uno tiene la traducción al inglés.


Las últimas diez páginas así como la tercera de forros es también un espacio publicitario al igual que la cuarta de forros. Los anuncios de ésta parte de la revista corresponden principalmente a material fotográfico.

12. ¿Cuáles son los canales más comunes para la venta de libros y revistas en México?

Puestos de revistas/periódicos, suscriciones, librerías, supermercados, tiendas como Sanborn´s, El Portón, Vips, Toks, California, entre otras, aeropuertos, tiendas de discos, videocentros.

Bueno, ya tenemos nuestros bellísimos libros almacenados en la bodega de la editorial, sí, ahora falta una parte importante del proceso: la promoción. El objetivo principal, desde que el autor realiza el manuscrito es que nuestro bellísimo ejemplar sea leído, es por esto que es necesaria una campaña para darlo a conocer.

Dependiendo del texto y del público al que va dirigido es que se realizan diversas promociones como:

En el forro o camisa: es información que se pone en la contraportada o en las solapas la cual explica, brevemente, el contenido del libro para que el posible lector tenga idea de qué es lo que leerá. También la portada debe ser atractiva para que así, estos dos componentes sean el gancho para atraer posibles nuevos lectores.

Los ejemplares para reseñas son aquellos que están destinados a periódicos, revistas, radio y televisión, entre otros, los cuales puedan ser regalados por estos medios de comunicación que tienen un público específico. Es económico para la editorial pues así no gastará en anuncios publicitarios.

Las copias para presentación son ejemplares que se les regala a personalidades influyentes en el libro para que éstos opinen del libro y lo difundan. Suelen ir acompañados por una nota del autor o el editor para hacerlo más personal.

Los libreros reciben anuncios del editor los cuales sirven como otra forma de promoción al darles aviso de los nuevos títulos que saldrán a la venta para que los encargados de las librerías estén al tanto y puedan realizar pedidos a la editorial.

Las visitas de representantes de venta se hace para que una persona de la editorial se ponga en contacto con los posibles compradores, ya sean librerías o instituciones, para así dar a conocer los nuevos libros y poder venderlos de una manera más personal. También funcionan como agentes viajeros los cuales llevan la información a distintos lugares para así promocionar los libros.


Si bien las publicaciones periódicas o la radio y televisión están infestados de anuncios publicitarios, la editorial puede pagar una inserción en algún medio de comunicación para así publicitar el libro. Esto es muy caro pues los espacios y tiempos no son económicos.

Los cupones son regalados con el fin de establecer un estudio de mercado por parte de la editorial. Ésta práctica desfavorece a los libreros pues los cotizados cupones resultan una pérdida económica para los vendedores al menudeo.


Los anuncios por correo es promoción específica, son enviados al público que se cree puede ser el posible comprados. En los países desarrollados ésta práctica es eficiente a comparación a los subdesarrollados en los cuales el correo es ineficiente.

Las listas de posibles compradores son bases de datos las cuales muestran al público que previamente ha comprado ejemplares relacionados a nuestro bellísimo libro los cuales pueden estar interesados en la nueva publicación. También la lista de maestros en el caso de libros de texto para estudiantes; o a especialistas, pongamos el caso de una nueva publicación con temas científicos; la base de datos de maestros, y compradores de otras publicaciones puede ser clave ya que el nuevo libro no será vendido a abogados.

Muchos sufrimos la llamada de nuestras puertas de vendedores de enciclopedias que nos otorgaban un crédito en la compra. Ésta es otra manera de promocionar ejemplares. Pero también se otorgan créditos en la compra con tarjetas bancarias.



Otra forma de promoción es en radio y televisión donde se promociona un libro haciendo que el locutor o presentador de algún programa lo recomiende o bien, algún especialista hable de la nueva publicación.

Los carteles son una manera visual de que la gente se entere de nuestro bellísimo libro. Aunque esto presenta un problema en costos –por la impresión a color y el pago al diseñador- y en espacios.



Aunque no sean muy comunes en nuestro país, las exposiciones son un muy buen espacio donde se puede promocionar nuestro bellísimo libro ya que a ella acude un público selecto, es decir, el que está interesado en comprar o en saber los nuevos títulos de ese año.

Si bien la gente se va por el renombre, se suele promocionar mediante informar de los premios que recibió el autor o nuestro bellísimo libro.

Por fin, después de tanto trabajo, aparece nuestro bellísimo libro, una cosa esplendorosa la cual lo hemos visto nacer; pero, ¿y ahora? Tenemos decenas de ellos igualitos en cajas esperando ser puestos en un lindo estante de alguna casa pero, para eso necesitamos el último paso en el proceso: venderlos.

Es en este momento donde nuestro editor estrella está más preocupado, ya que todos esos cálculo que hizo con anterioridad ahora es cuando deben de quedar bien los números para que obtengan ganancias.

A partir de los clientes, se hace una división de cuatro campos en cuanto a la comercialización de los libros:
Clientes individuales: La editorial le vende al lector directamente. Esto puede ser mediante el correo, en la librería de la misma editorial, suscripciones, entre otros.


Instituciones: libros que se venden al mayoreo a los órganos estatales de educación para que estos lo distribuyan en escuelas, bibliotecas y campañas alfabetizadotas.


Vendedores al menudeo: de ésta manera, los libros se venden de uno en uno, en librerías, casas y clubes de libros, vendedores ambulantes, entre otros.

Mayoreo: son los intermediarios entre la editorial y los vendedores al menudeo.

Como los libros son una “joyita” que los autores pretenden ser leídos no sólo a nivel nacional, también las editoriales lo exportan ya sea a países con el mismo idioma o a aquellos que tienen uno diferente y aquí es cuando los bilingües traductores hacen su flameante aparición.

Pero no es tan fácil el proceso de exportación, ¡caray, si no son enchiladas!, se requieren intermediarios, procesos legales, censuras, permisos y el tema del costo que depende también en el tipo de cambio en la moneda nacional.

Para que una editorial pueda vender un libro necesita pasar por tres procesos fundamentales:
Promoción: se necesita que el posible lector esté enterado del nuevo flameante libro.
Conseguir pedidos: ya cuando se consigue que se esté enterado de la aparición del nuevo libro, es necesario que la editorial consiga pedidos para que así, puedan ser enviados a los que esperan con ansias nuestra nueva “joyita”.
Preparación y entrega de pedidos: simplemente se empaquetan y se envían.


El ISBN (international standar book number) es el ADN de nuestra “joyita”, aquí se imprime el país en donde se edita, la casa editorial y el título.


Aunque parezca tedioso y con poca importancia, la venta de los libros constituye un eslabón del cual depende todos los trabajos efectuados con anterioridad, porque de nada sirven miles de ejemplares almacenados en una bodega si el objetivo principal es que se encuentren en casas y bibliotecas para que el texto pueda ser leído. Además de ser un logro para el autor, lo es también para el editor pues así se comprueba que la casa editorial no perderá dinero.



Ya casi está nuestra preciosura del libro.

Nuestro editor estrella aún tiene algunos pendientes para que yo pueda colocar mi libro en el estante de mi casa. Ya tiene el manuscrito corregido, ahora necesita manufacturar el libro, y para lo anterior, se pasa por tres procesos:

Composición. En ésta parte se arreglan las palabras para que en la impresión puedan ser reproducidas. Para eso se obtiene un negativo el cual se lleva al lugar donde se va a imprimir, pero existen varios tipos de composición que en un momento aclararemos.

◦ Manual: es el método más económico pero es lento y las piezas se desgastan por lo que la calidad disminuye.

◦ Monotipo: se utiliza una pieza de metal para cada letra, se emplea cuando en un libro son necesarias las fórmulas matemáticas o que en ciertas partes aparezcan letras o signos ortográficos que no se emplean en el idioma que está el manuscrito.


◦ Linotipo o intertipo: se producen líneas completas pero cuando una está mal, es necesario volver a fundir un renglón completo para corregir.
Linotipo

◦ Fotocomposición: se reproducen los caracteres pero en una película fotográfica, es decir, se pone como si fuera una imagen.

◦ Desktop publishing: para este tipo es necesario un software preciso, es ya un proceso de multimedia en el cual se integran distintos procesos tecnológicos que permiten el reacomodo de las páginas vistas en una pantalla de computadora. Resulta relativamente económico, es decir, ya que se hace la inversión de una computadora y de programas especializados, permite tener una calidad semejante a la de los métodos manuales.


Impresión. Como mi EPSON chafita hace con mis trabajos para la escuela, el proceso de impresión de un libro consiste, básicamente, en eso; poner tinta en un papel. Pero no es taaaaan fácil como se lee, existen varios tipos que en un momento veremos.

◦ Impresión directa con tipos metálicos (letterpress): la tinta se coloca en la superficie de los tipos que está elevada y así es como se pasa del otro lado. Gracias a la impresión offset, mediante este proceso ahora resulta mucho más fácil reimprimir un libro.

◦ Litográfica: la impresión se hace a través de una placa plana. Se reproduce la imagen de las letras sobre una placa y la tinta se pega sólo en la parte donde están los símbolos.

◦ Sin presión: también se llama “xerografía” porque las máquinas marca Xerox son las más conocidas. Se utilizan imágenes electrostáticas para este tipo de impresión, y la ventaja es que se pueden imprimir pocos ejemplares si que el costo sea muy elevado.

◦ Serigrafía: tiene el mismo proceso de cuando “imprimía en serigrafía” playeras en mi prepa. No es muy recomendable para libros, más bien se utiliza en carteles, o para las ilustraciones pues resulta más económico.



Serigrafía

Encuadernación: uff, ya casi tenemos a nuestro precioso libro, esto es como su piel, es decir, lo que a simple vista podemos ver, o lo que cuando vamos a una librería es lo primero que sentimos al tomarlo. Pero también comprende el proceso de “acomodar” las hojas, es decir, cortar y poner en el orden correspondiente.

◦ Americana: se utiliza para las versiones económicas o para los libros de bolsillo. Y es simplemente arreglar las ojas ya cortadas, ponerle pegamento a la parte del lomo y presionar para que se pegue bien bien.

◦ Rústica: es la encuadernación media, hablando de costos. Se perforan las hojas en la parte del lomo donde se le aplica pegamento y se prensa.





Como aprendimos con anterioridad, un libro es mucho más que el manuscrito. Si bien lo que importa es el contenido, se debe tomar en cuenta una serie de aspectos para hacer leíble el texto.
En esta ocasión, Zavala en su texto El libro y sus orillas nos muestra las partes de un libro y las distintas maneras que lo conforman.
Todo lo siguiente es un supuesto, es decir, el creativo diseñador propone ideas pero quien tiene la última palabra es nuestro editor estrella dependiendo del presupuesto y alcances que quiera proyectar.

Comencemos con lo primero que salta a la vista cuando entramos a una librería.



                                                       Contraportada / cuarta de forros       Cubierta / primera de forros



Cubierta o primera de forros: es lo que comúnmente, y por cierto de una manera errónea, solemos llamar portada. Aquí es donde se encuentra la información básica del libro: autor(es), título, volumen o tomo y editorial.

Segunda de forros: por lo general va en blanco pero en algunas ocasiones tienen “solapas” donde se anuncian otras obras del autor o la biografía de este.

Páginas falsas: son la 1 y la 2 que aunque suelen ir en blanco, se cuentan para la enumeración del folio.

Falsa portada, anteportada o portadilla: es la página 3 donde por lo general sólo se escribe el nombre de la obra y el autor.

Contra portada o frente-portadilla: página 4 que va en blanco.

Portada: página 5 y es donde se exponen los datos de la obra, si bien en la primera de forros sólo se asientan algunos por una cuestión de estética, en la portada se pone, además de los ya nombrados, los otros: autor(es), título, subtítulo, colección, editorial, año, traductor, entre otros.

Página legal: página 6 donde se establecen todos los datos que por ley debe tener un libro: quien tiene los derechos de autor, los datos de la primera edición así como las reediciones, el IBSN, los datos completos de la editorial, el año, y el lugar de impresión.

Epígrafe o dedicatoria: página 7. Usualmente son breves.

La página 8 está en blanco para empezar el texto en la 9, es decir, en página impar.

◦ Los
índices pueden ir al principio o al final del texto.

Colofón: va al final y contiene datos como el tiraje que tuvo ese libro, así como los datos de la impresión como el lugar y la fecha.

Tercera de forros: es similar a la segunda de forros donde puede estar en blanco o tener solapas para anunciar obras del autor o de la colección.

Cuarta de forros o contraportada: es lo que solemos leer para saber de qué trata el libro. Es un ultraresumen del contenido y en ocasiones se pone una biografía del autor o comentarios de gente del medio.

Los aspectos anteriores son dependiendo del editor, pueden variar.


Dentro del texto existen varios aspectos que son arbitrarios según el estilo de la editorial o el “ojo” del editor. Se debe tomar en cuenta, que un libro debe ser legible y estètico a la vista.

Mancha o caja: es el cuadro donde están las palabras. Es lo que a simple vista parece una mancha. Folio: es el número de página. Márgenes: los hay superior, inferior, de lomo o de corte. Interlineado: el espacio entre los renglones. Cornisa: la información básica del libro que puede encontrarse en cada página, como el nombre de la obra, el nombre del capítulo o el autor.




Lo anterior dependerá del editor, aunque el diseñador podrá opinar, sólo tiene la voz pero nuestro editor estrella tiene el voto.
Entre más espacio entre los márgenes y el interlineado exista, más costoso será el libro por el asunto del número de hojas que se necesitarán. Pero a pesar de querer hacer más económico, deberá contener funcionalidad con estética.


Después de haber corregido el manuscrito y dejarlo sin errores, viene el siguiente paso para el libro. El momento para dejarlo her.mo.so, porque muchas veces, “de la vista nace el amor” y para esto se necesita el apoyo de un experto: el diseñador.

Nuestro creativo diseñador debe tomar en cuenta varios aspectos antes de crear la imagen del manuscrito.
Costos: es necesario que el editor lo ponga al tanto en este rubro ya que de eso depende el tipo de papel, el tamaño de los márgenes y los elementos tipográficos.
Público: haciendo un estudio de los posibles lectores podrá distribuir imágenes, entre otras cosas. Es distinto para un manual de matemáticas que para un libro infantil.

A pesar de los aspectos anteriores, el diseñador tomará en cuenta que el libro es una mercancía que necesita ser vendido, por lo que debe dejarlo atractivo, legible y en condiciones para que el lector se sienta atraído sin olvidar las limitantes en los costos.

Cuando una persona entra a una librería, se encuentra en un mundo repleto de libros entonces el diseñador debe hacer que el posible lector se enamore a primera vista de un texto. Es por lo anterior que la portada es lo que abre el apetito del posible comprador.

La portada de un libro puede variar dependiendo del público al que irá dirigido. Pongamos el ejemplo de Cien años de soledad, Editorial Diana lo sacaba en una edición económica en la cual la portada era blanca con un pequeño dibujo y la pasta blanda. Cuando Ediciones Alfaguara lo sacó, lo hizo con pasta dura y muchos colores en la primera y cuarta de forros –entre muchas más diferencias-.




  • Analiza becaria del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM la obra más importante del autor Federico Gamboa.
  • La conferencia formó parte de los homenajes al autor mexicano al cumplirse 70 años de su muerte

México, DF a 21 de febrero de 2009.- Santa, la obra más celebrada del capitalino Federico Gamboa encontró hoy al mediodía, un espacio en el Palacio de Minería al ser analizada por Ismene Mercado García, licenciada en Lengua y Literatura Hispánica, quien resaltó aspectos importantes de una de las obras más importantes de la literatura mexicana del siglo XX.

Señaló que lo primero que le llamó la atención de la obra de Gamboa fue la cercanía y el reconocimiento de los lugares que describía y la manera en que iba formando los pasajes de su obra a través de meticulosas descripciones del libro, característica principal del naturalismo de finales del siglo XIX, corriente a la que el mexicano pertenecía.

Apoyándose en su texto titulado Metáfora de una caída la conferencista mencionó que Santa, no sólo fue celebrado por la crítica, sino que, también obtuvo una respuesta favorable a nivel de ventas, tanto que puede considerársele como el primer éxito editorial en México al tratarse de una obra que desde su primera publicación hasta el día de hoy ha sido referente de la literatura mexicana.

“Santa tiene un tono casi documental, logra una sensación de paneo, hay un realismo impresionante en la obra y, sin embargo, está cargada de simbolismos que han provocado una enorme cantidad de investigaciones sobre la misma”, mencionó Mercado García. La expositora acompaño su análisis con fragmentos de la novela que se dio la oportunidad de leer, con los cuales se reafirmaba la manera descriptiva del estilo de Gamboa y que sirvió, además, para deleitar a los asistentes en el Auditorio Sotero Prieto.

Así fueron pasando fragmentos de la obra fundamental de Gamboa, se mencionó a Hipólito, Marcelino, Jarameño, Chimalistac, la cantina, el burdel, todos los escenarios pintados por Gamboa, a veces coloridos y, otras tantas, lúgubres. Y continuó con los simbolismos dentro de la obra al referirse a la belleza e inocencia de la protagonista destruidos por el comercio y la modernidad, una manera de reflejar la preocupación que sentía Federico por los cambios drásticos de principios de siglo.



Mercado García concluyó su ponencia refiriéndose a que la importancia del personaje no se limita únicamente al aspecto literario, sino que encuentra en sus adaptaciones cinematográficas un referente que continua siendo representado, una vigencia del arquetipo que representaba un mundo deseado y prohibido a la vez, para posteriormente citar a José Emilio Pacheco que alguna vez comentó, “Santa es una lectura decente para asomarse al mundo de lo indecente”.


La mayoría de las personas dicen que para escribir bien es necesario leer. Y ésta afirmación obliga al editor tener un flamante libro, y es por esto que se requiere una ultracorrección.

Existe un problema en cuanto a la ultracorrección. Si bien hay ejemplares dispuestos a ayudarnos a expresarnos correctamente, la realidad es que el habla de las poblaciones muchas veces no son iguales a lo estipulado.

Por lo anterior, el corrector debe lidiar con ese conflicto; ponerlo como en realidad es, o como la gente lo entenderá. Es el mismo caso de muchos de los comunicadores en los medios de comunicación, quienes hacen un mal empleo de la lengua pero lo hacen de la misma manera que el público para un mayor entendimiento.

El habla del mexicano está compuesta, hoy en día, por palabras que no son de nuestro idioma. Sobre todo en cuestiones técnicas, se adoptan palabras en inglés y es aquí cuando los correctores deben decidir cómo ponerla en un libro.

El producto que usamos para lavarnos el cabello es conocido como shampoo y en México pronunciamos la palabra como si habláramos inglés, a diferencia de los españoles quienes lo escriben y lo leen como champú.


No podemos ser fatalistas y pensar que nuestro idioma está en decadencia por “aceptar” tecnicismos, conceptos o palabras prestadas; pero sí debemos tomar en cuenta que el castellano tiene una riqueza en cuanto a vocabulario, y complejidad.

Debemos entender que el castellano de hoy en día se ha vuelto una mezcla de muchas palabras “prestadas”. Pero eso no influye en nada más que en la concepción del que utiliza el idioma. Es necesario saber cómo se dicen en nuestro idioma palabras que utilizamos de otros.

El habla cambia dependiendo de la región, el nivel económico, la escolaridad, la edad, el género, entre otros. Y es por lo anterior que en los libros se hace una selección entre cómo se nombra a un solo concepto para darle la intención que se quiere.

Maricón, joto, gay, homosexual, puto, son algunas de las formas que los mexicanos utilizamos para referirnos a alguien que le atraen personas del mismo género. Y el nombrarlo de alguna manera no es indistinto, tiene que ver con los aspectos del párrafo anterior.

Aunque hemos visto en las lecturas anteriores, nuestro editor estrella no puede ser un todólogo, no puede manejar tantas cosas. Es por lo anterior, que ya cuando un manuscrito tiene luz verde para convertirse en un libro, es necesario que pase antes por un corrector.

La labor que realiza el corrector, es sobre el manuscrito. Es quien lo enchula, osea, hace que las ideas plasmadas por el autor sean comprensibles en todos los aspectos para el lector.



Además, el corrector es quien toma, en esta parte del proceso, las riendas del manuscrito y es quien debe tener contacto con el autor, el traductor, el tipógrafo, el diseñador y el dibujante.

Aunque los autores sienten que su preciado manuscrito es absolutamente perfecto, el editor debe mandarlo a un corrector para que este, conocedor de lo que hace, corrija todos los aspectos de la forma de escribir, para así, convertirlo en un flamante libro.

El corrector debe tomar en cuenta una serie de aspectos para pulir el manuscrito:
Legibilidad: esto es si el manuscrito está escrito a mano por el autor, y en este aspecto, debe hacer que sea entendible cada letra para facilitarle el trabajo al tipógrafo. Con la máquina de escribir y la computadora, éste paso se elimina.

Unificación: es verdad que existen varias formas de escribir una palabra, para este paso, es necesario unificar en el libro la escritura. Por ejemplo: obscuro y oscuro.

Ortografía: aunque la educación básica hace su mayor esfuerzo para que tengamos una ortografía impecable, en muchas ocasiones esto no funciona. Así que se debe checar para que no existan faltas ortográficas. Y hoy en día, con la maravilla de Word, imaginamos que nos marcará todas las faltas, pero aún no lo programan para ser selectivo, por ejemplo, no marca los errores en cuanto a los verbos en pasado se trata.

Trasliteración: este aspecto se refiere a cuando un libro se traduce. Es necesario que no sólo lo hagan de idioma, sino también, debe tomarse en cuenta el aspecto cultural.

Veracidad de la información: en este punto, es también el trabajo del corrector, el verificar los datos que el autor exponga, pero nuestro flamante corrector, no podrá detenerse en esta cuestión.

Ya cuando el corrector decide que está completo, se lo regresa al autor para que revise el manuscrito y así, continuar el proceso del libro.

En el mundo de los alfabetos todos tenemos algo que escribir, y el siguiente paso es que en el escritorio de nuestro editor estrella haya una pila interminable de manuscritos. Por lo anterior, es necesario que exista un filtro para lo que no es publicable.

Para que nuestro editor estrella pueda determinar cuáles manuscritos son posibles candidatos para ser publicados, es indispensable que tenga un bagaje respecto al tema pues así, no le dará el sí a un texto que es un refrito.



Ya cuando hizo el primer filtro de los manuscritos, el editor se lo entrega a un consultor quien es un especialista del tema o quien hacer observaciones las cuales convierten una obra buena a sobresaliente.

Como dice un dicho gringo, time is money, la editorial necesita manuscritos para convertirlos en libros. Pero el editor estrella, con sus múltiples ocupaciones como lo vimos en textos pasados, no puede estar buscando textos para publicar, es por esto que existen los agentes literarios.

El agente literario es quien propone manuscritos a las editoriales, al igual que el editor, estos representantes de los autores tienen suficiente colmillo para saber qué texto va a vender y cual no, y así estos últimos son rechazados. Son, en la gran mayoría de los casos, el enlace entre el autor y la editorial, aunque trabajen para el creador de la obra y para el editor.



En algunas ocasiones, se les pide textos a autores. Éstas situaciones se llevan a cabo con personajes ya conocidos. En México, el caso claro de esto es Carlos Monsiváis, quién tiene escritos en muchas publicaciones; es quien suele hacer los prólogos de los libros y colaborar en un gran número de ediciones periódicas.




Por muy forever que nos queramos poner en la cuestión de los libros y pensemos que están hechos con el único objetivo de cultivar el saber de la gente, no dejan de ser una mercancía que se mueve dentro de un mundo globalizado que se rige por la cuestión monetaria establecida por la ganancia.

En el ciclo del libro, explicado con anterioridad, la casa editorial funciona como el dueño de una empresa el cual controla el dinero, debe de establecer el precio de su producto dependiendo de los gastos, el número de ejemplares para así obtener una ganancia al venderlosles. También paga a quienes trabajan para él -en el caso específico de la casa editorial serían a todos los que intervienen en la realización de un libro: autor, traductor, ilustrador, impresor.

El editor es el encargado de los aspectos financieros de un liibro, es quien se juega el pellejo para que un manuscrito se convierta en un libro. Con simple fórmula matemática saca las ganancias: entre más libros se vendan, más ganancias tendrá.
Los costos para el editor se dividen en tres:
  • Preparación editorial: es cuando le paga al autor, al corrector de estilo, al ilustrador y al diseñador.
  • Manufactura: es el paso de unas simples hojas de papel escritas en computadora, máquina de escribir o con una pluma, hasta convertirse en un hermoso libro. Aquí se le paga al impresor y todo lo que implica esto como el papel, la tinta, la encuadernación, y demás.
  • Comercialización y distribución: comprende el proceso que se efectúa desde tener un libro en una bodega de la empresa editorial hasta que una persona lo compre en una librería.


También el costo del libro varía dependiendo de dos factores:
  • Automáticamente variables: dependen del número de ejemplares que se venden. Como al autor, quien recibe un porcentaje por cada copia vendida; al impresor pues a mayor libros, mayor costo; el almacenamiento pues entre más libros, más lugar que se requiere.
  • No variables: no tienen relación con el número de ejemplares que se imprimen. En ésta cuestión interviene la preparación editorial pues se les paga a el traductor, al ilustrador y diseñador por obra, es decir, por trabajo no por el número del tiraje.

Como en todas las empresas lucrativas, las editoriales no son la excepción en cuanto a las promociones se trata. Es necesario otorgar descuentos a librerías y pagar por espacios para la exhibición de los libros. Además, es necesario bajar el costo de los ejemplares pero siempre recuperar la inversión y obtener una ganancia.
La cuestión de números la debe saber el editor, pero de ese rubro se encargan las personas especializadas como los contadores.

Los derechos subsidiarios son aquellos que se pagan por la reimpresión de un libro ya que se debe pagar a la empresa editorial por los permisos así como incluir el texto una parte de él en antologías o suplementos.

Mi abuela tiene una biblioteca en su casa la cual está atiborrada de libros. Desde la historia de los judíos sefaraditas hasta un manual de buenos modales para las futuras casamenteras, pasando por novelas rosas y cuentos clásicos. Estas publicaciones nos cuentan más que las historias que contienen, en las primeras y últimas páginas está impresa esa cadena de trabajo que muchas veces no le prestamos atención.


El año, la editorial, el país y el número de ejemplares son los componentes del ADN de nuestros libros. Con esa información, el lector curioso puede darse una idea de lo que significa la publicación pues no sólo importa la historia que se cuenta a través de las páginas, sino el universo consiso del nacimiento del ejemplar y con esto, toda la información genética que contiene como por ejemplo el autor, el editor, el impresor y el distribuidor, por mencionar algunos.

Así como para mi abuela cada miembro de la familia cumple un papel fundamental en su vida, para que un libro llegue al estante de alguna casa o biblioteca fueron necesarias distintas personas que realicen ciertas funciones. 
En Guía para la publicación de un libro, Datus C. Smith explica el proceso para que lo anterior sea posible.


Todo comienza con el autor quien es la cabeza creativa adeás de ser el punto inicial de toda la cadena. Es quien crea y escribe un texto. En términos comunes, es el padre del libro y por esto debe protegerlo de que lo clonen sin su concentimiento -plagio- o que lo roben, y para proteger al nuevo padre, existen leyes dentro de los países las cuales amparan a los autores.
A diferencia de los padres e hijos de carne y hueso, el autor recibe una recompensa monetaria por su nuevo libro, un porcentaje del costo final de la publicación. A este pago se le llama regalías.


Aquí es cuando hace la entrada triunfal el editor, con tambores y toda la cosa. El autor lleva sus hojas escritas -la manera puede ser al gusto del creador, ya sea en computadora, máquina de escribir o a mano, claro depende de la tecnología que tenga y la preferencia como escritor- que se llama manucrito al editor, y éste último es quien se encarga de lidiar con todas esas cuestiones que el artista no va a hacer; además de echarle una hojeadita para serciorarse que no existan errores ortográficos y ese tipo de cosas.
Es la logística del libro, el editor establece el número de tiraje, la distribución, los costos, los pagos. Osea, continúa con el ciclo.


El editor, con el manuscrito perfecto, se lo lleva al impresor quien lo enchula a partir de las especificaciones del editor
El impresor entrega el libro al editor.

Una vez que nuestro editor estrella ya tiene el libro en sus manos, debe pensar en la distribución, y para esto, es necesario que fije primero el precio que tendrá cada ejemplar de acuerdo con los costos del autor, el impresor, los descuentos a las librerías, los ejemplares de regalo, y esas cuestiones de números.


El editor, ya teniendo en cuenta todos los factores anteriores, reparte los ejemplares a los vendedores quienes se encargan, como buenos comerciantes, de vender el producto obteniéndo también una ganancia.

Así que bueno, supongo que mi abuela cuando compró esos libros que ahora llenan su biblioteca, no se preguntó por cuántas manos ni cuestiones habían pasado, y si con alguno de ellos lo hizo, no creo que se haya imaginado este complejo proceso.



Al continuo cambio de las sociedades, el mundo se transforma sin siquiera detenernos a analizarlo. Esta vez se trata de un aspecto en las comunicaciones. A partir de los grandes avances tecnológicos, en esta ocasion le toca el turno a lo digital haber desplazado a las técnicas analógicas que nos gobernaron por años.

El paso de lo analógico a lo digital fue importante para el hombre pues se creó un nuevo lenguaje, pero éste como el pasado siguen teniendo desventajas en el acceso. El analógico pues se necesita un previo alfabetismo en la sociedad y el digital, aunque ahora hay programas de audiolibros, es muy limitado el acceso pues se necesita, además de una conexión a internet, lo elemental como la electricidad, la cual aún no llega en gran parte de las comunidades en el mundo.

Con la llegada de la internet revolucionadora se cambiaron muchos aspectos de la vida cotidiana. Uno de ellos, de los más relevantes, es el lenguaje. Los que estamos inmersos en la red adoptamos parabras y conceptos que mi abuela no entiende. Palabras como chatear, imelear y hasta subir y bajar música, han entrado a nustras vidas y ahora nos resultan cotidianos.
Además de palabras, se han creado conversaciones a partir de "las joyitas" en la red. En las comidas familiares se nos hace dificil explicarle las maravillas delyoutube, o que encontramos a un primo segundo en Bulgaria gracias al facebook. Mi abuela sigue creyendo que lo mejor para comunicarse con alguien es esperar un mes a que llegue una carta por correo, y que exista toda esta red de personas que te la entregan, ahora con unos trajes especialmente ridículos de colores verde y rosa fosforecentes. Y posiblemente las siguientes generaciones no entenderán cómo mi abuela pudo sobrevivir en un mundo sin e-mail.






El mundo de la internet se vuelve ilimitado, se pueden encontrar desde las recetas de cocina de la abuela de Chuchita, hasta libros enteros los cuales cambian nuestra manera milenaria de leer, pues ahora se encuentran publicaciones gratis las cuales al descargarlas y comenzarlas a revisar tienen ese poder que hacernos llorar, no por el contenido sino por la pantalla luminosa en la cual nos concentramos.

Ahora bien, tocaremos el punto de la hipertextualidad, esas direcciones de internet que casi siempre vienen en azúl y cuando les das un click, automáticamente, y como diría mi abuela "por arte de magia" te llevan a otra página en la cual los creadores de la primera consideran que hay información complementaria. Pero si en ésta segunda se siguen picando los links y navegas a otra y así susecivamente, lo más probable es que cuando esto resulta cansado y pares, te darás cuenta que poco tiene que ver con la primera. Es por esto que los hipertextos se vuelven la manera más infinita en el internet (a menos que llegues a una página que ya no existe) y sería un "cuento de nunca acabar", vovliendo a citar a mi abuela.

Ahora bien "a lo que nos truje Chencha", entremos al punto de los libros, los autores, las empresas editoriales y las librerías. 
  • Antes los libros se conseguían únicamente en las bibliotecas y librerías, y había de dos sopas, o sacabas una credencial y nadabas sobre un montonal de fichasde trabajo las cuales te permitían ubicar la publicación deseada entre pilas y pilas de libros, o ibas a una librería y comprabas algo. Ahora la ventaja es que existen sitios web donde descargas publicaciones y son gratuitos.
  • En el aspecto de los autores también ha llegado la revolución digital, en el mundo analógico tenían que escribir el manuscrito en esas ahora obsoletas máquinas de escribir, y resultaba un verdadero problema que el perro se comiera las hojas o que a la pila de escritos le lloviera café. 
  • En el aspecto de la entrega, y aquí entra también el cambio en la empresa editorial, ya no es necesario que un autor que reside en Saltillo, Coah. tome un camión de diez horas a la Ciudad de México para entregar su manuscrito, o peor aún, que viva "con el Jesús en la boca" mandándo su tesoro por correo con los nervios de punta por que se extravíe en el camino. Ahora las entregas se pueden hacer vía mail.
  • La penúltima parada de nuestros preciados libros, porque la última es el estante en las casas, se ubica en las librerías. Sabiendo que existen muy pocas -por lo menos en México- a comparación de centros comerciales y cantinas, con la maravilla de la internet, ya no es necesario trasladarte a una y hacer filas o andar correteando empleados para que te digan si lo tienen en existencia o no; hoy en día con las nuevas facilidades, es posible entrar a la página y consultarlo desde ahí, sólo moviendo dedos y en la comodidad del hogar.

Una vez vi un anuncio de la Librería Gandhi que decía: Si no lees no pasa nada, si lees pasa mucho. Me pareció muy acertada la frase porque, aunque parezca trillada, cada libro es un mundo en el cual los lectores están invitados a habitarlo.

Cuando leí Diablo Guardián del escritor Xavier Velasco, estuve un par de semanas siendo como Violetta, el personaje principal, hablaba, pensaba y actuaba, aunque no al pie de la letra pues nunca les robé a mis padres miles de dólares para irme a Nueva York, como ella.

En Elogio (innecesario) de los libros, Carlos Monsiváis realiza una crítica a la sociedad latinoamericana que no está habituada a la lectura. En el texto expone los distintos puntos por lo que la gente, mexicana en particular, no lee.

Creo que existen distintos aspectos por los cuales lo latinoamericanos, y en especial los mexicanos, no tienen el hábito ni el gusto por leer. Vivimos en un país tercermundista donde más de la mitad de la población vive en la pobreza, según cifras oficiales, entonces, ¿cómo pretendemos fomentar que lean si tienen que preocuparse por comer ese día?

Si a la pobreza le sumamos el alto índice de analfabetismo en el país, el hecho de leer se vuelve un lujo para unos cuantos capaces de descifrar ese código por lo que además de ser un lujo, se vuelve elitista.

Si bien es cierto, desde niños en la escuela primaria deben inculcarnos el gusto por la lectura, Monsiváis recalca que esto no puede ser posible pues nuestros primeros mentores no lo tienen, entonces no pueden enseñar algo que no saben.

Sabemos, por las estadísticas, que el mexicano no lee, pero el problema también radica en qué se lee. Monsiváis expone que los bestsellers y los libros de autoayuda son  muy populares en México, entonces la problemática de la lectura también radica en la calidad y no sólo en la cantidad.

Si bien los precios de los libros son exagerados, si comparamos a México como países como Cuba donde los libros están subsidiados por lo que su costo es menos a cincuenta centavos de dólar estadounidense, los gobernantes mexicanos no le dan importancia a la lectura, tal es el caso del gobernador de Aguascalientes  Felipe González quien le dijo en el 2003 a un grupo de niños: Si no estudian van a acabar de gobernantes.

Estamos tan inmerso en un mundo donde la lectura se cataloga como un lujo o un aburrimiento que no exigimos a quienes nos gobiernan ese hábito, por eso nos parece simpático y un tanto cotidiano que cuando Vicente Fox era presidente, confundiera el nombre del escritor argentino Jorge Luis Borges en el Congreso Internacional de la Lengua Española en el 2001, o que su esposa siendo Primera Dama, citara a la escritora Rabinagrand Zagora refiriéndose al dramaturgo indio, premio Nobel, Rabindrarath Tagore.



Giovanni Sartori realiza una crítica en su libro Homo Videns a la sociedad que se está transformando debido a los cambios tecnológicos suscitados desde mediados del siglo XX. Aunque habla de la aparición del internet y sus consecuencias en los individuos, pone énfasis en la llegada de la televisión.

Explica la relación entre el hombre y las telecomunicaciones, en general en los medios audiovisuales y en particular en la televisión y la influencia que ejercen en la sociedad. Las nuevas tecnologías de comunicación tienen como misma característica la imagen, o como explica Sartori, el tele-ver.
La tesis central del ensayo de Sartori es a partir del cambio del homo sapiens al homo videns, y esta transformación se da a partir de la entrada de la televisión como la cuarta educación de los individuos, siendo la primera los padre, la segunda la escuela y la tercera los grupos de referencia.

El homo sapiens es un animal simbólico según la definición de Cassirer quien propone a éste ser como el individuo que a partir del lenguaje expresa sentimientos, emociones y puede situarlas dentro de un contexto social formando un tejido simbólico a partir de los mitos, la religión, la lengua y el arte.

El homo sapiens, explica Sartori, tiene como capacidad principal la abstracción con la cual estamos en contacto directo por la utilización del lenguaje por ser las palabras abstractas la mayor parte del vocabulario cognoscitivo.

Así como el homo sapiens estaba inmerso en un lenguaje abstracto, con la aparición de la televisión y con esto una nueva forma de situarse en el mundo, el individuo deja de ser ese hombre apto para abstraer el contexto en el que se ve situado, para convertirse en un homo videns.

El homo videns es alguien incapaz de utilizar la abstracción pues ha sido formado a partir de la imagen. El lenguaje se ve modificado al ser ahora perceptivo el cual se torna, explica Sartori, pobre al carecer de significado, es decir, de connotación. También, el homo videns pierde el sentido crítico al no confrontar lo que ve con lo que sucede en la realidad.

Al no tener la capacidad de abstracción y de distinción entre lo verdadero y lo virtual que muestra la televisión, el homo videns pierde la capacidad de comprender los problemas reales y resolverlos de manera racional.

El cambio de homo sapiens a homo videns se da a partir de la entrada de la televisión y con ella un nuevo cambio en la comunicación, pues se desplaza la palabra para dar lugar a la imagen la cual llega a más individuos por el simple hecho de sólo necesitar ser vista, es decir, todos la pueden ver excepto los ciegos; a diferencia de la palabra la cual requiere una alfabetización además de un conocimiento previo del lenguaje.

Giovanni Sartori explica que el homo videns empieza por ser un video-niño al cual lo ponen los padres a mirar televisión como un medio de entretenimiento y de distracción. Este nuevo niño, al tener tres años o menos, absorbe toda la información como una esponja por no tener el criterio necesario para desechar lo que sirve y lo que no.

El niño formado por la imagen absorbe indiscriminadamente las imágenes de la televisión aceptando los modelos violentos como acciones naturales y más aún como una forma de vida, siendo ésta un modelo para su futuro.

Con el paso del tiempo, el video-niño se convierte en una persona que no está habituada a la lectura por lo que sólo aprenderá con los contenidos televisivos y la forma de entretenimiento serán los videojuegos volviéndolo un ser dependiente a las imágenes.

Sartori propone un cambio drástico a partir de la llegada de la televisión alas familias. Expone las consecuencias que, después de más de medio siglo, estamos conviviendo a diario.
Hasta ahora esto es lo más parecido que tengo a un hijo, y desde que supe que debía crear un blog mi principal angustia fue el nombre.Antes criticaba a países como Argentina, donde existe una ley que dice que cuando alguien va al registro civil a ponerle nombre al hijo, la señorita saca una lista de apelativos entre los que deben elegir cómo se llamará su descendiente. Siempre pensé que era algo cruel, hasta que me di cuenta que es aún más cruel el hecho de que un niño se llame Laredo Texas, o una niña Abecedaria o peor aún, Menstruación.

Para ponerle el nombre, lo primero que hice fue una lluvia de ideas con palabras que me gustan; entendí que un nombre nunca será perfecto, porque a pesar de que pachuli hace que se esboce una sonrisa en mi rostro, o macadamia me haga sentir bien, nada combinado con eso sonaba correcto. Así que fueron descartados La Virgen de la Macadamia y El Santo pachuli.

Después de la lluvia de ideas, pensé en cosas que me gustan y decidí que las carteras de mi abuela me parecen algo fascinante. Y es que además de ser una máquina del tiempo capaz de transportarme a la década de los cuarenta o cincuenta, su tamaño es el ideal para guardar todos los tesoros, desde las fotos de sus nietos y bisnietos, la menta que le dieron en el último restorán al que fue, cartitas y ojitos contra las malas vibras, hasta la colección de tarjetas de presentación de los sobrinos.

Así pues, pretendo que el nombre de éste blog los remita a una especie de miscelánea en la que quepan todas esas curiosidades que mi abuela suele guardar en su cartera donde, por cierto, hace poco encontré una listita con los posibles nombres para su próximo bisnieto.